¿Qué te ayuda en la comunicación con tu animal?
Querido lector, hoy quiero invitarte a reflexionar sobre la importancia de introducir hábitos saludables en tu rutina diaria.
Emociones
Las emociones son uno de los elementos fundamentales en la comunicación animal, y la base del equilibrio de tus emociones radica en tu bienestar físico.
Las emociones pasan por el corazón, que corresponde al elemento fuego en la medicina china. El fuego necesita ser regulado por el elemento agua, es decir, tus riñones, y es aquí donde reside la esencia Ying de la energía diaria. En consecuencia, si no estás descansado y bien alimentado, tus riñones se debilitan, el agua no controla el fuego y tus emociones te dominan, no puedes estar centrado y la comunicación también se resiente
Entrar en este tipo de comunicación requiere tu atención plena y una escucha activa.
Respiración
La respiración no sólo te ancla en el momento presente, sino que también ayuda a tu cerebro a oxigenarse, lo que favorece el intercambio de información.
Hidratación
Igualmente importante es la hidratación: tu cerebro necesita un alto porcentaje de agua. La misma información viaja a través del agua. Es a través del cerebro que luego traducimos la información que nos llega telepáticamente: recuerda beber, las ondas viajarán más fácilmente.
Comprensión y amabilidad
Además, ¿cómo te hablas a ti mism@?
Presta mucha atención a las palabras que utilizas. En particular, pregúntate: «¿Cómo me dirijo a mí mismo@? ¿Me falto el respeto? ¿Soy muy exigente? ¿Me menosprecio?»
Si utilizas palabras duras y críticas hacia ti mismo, harás que tu cerebro crea lo que tus palabras expresan. En consecuencia, si me digo a mí mismo: «No sé cómo comunicarme», «No puedo», eso es exactamente lo que ocurrirá. Advertencia: no seas tú quien levante barreras y bloqueos en tu camino.
Introduce la comunicación consciente como un nuevo hábito diario, y luego asóciala a un proceso agradable y no frustrante. Sé comprensivo y paciente contigo mism@, háblate con amabilidad.
Limpia tu corazón para poder comprender al otro ser vivo, sin imponer tu voluntad: tu intención es querer comprender al animal y así poder ayudarlo. No caigas en la trampa de: «Me voy a equivocar» – «¿Lo estoy haciendo bien?», de lo contrario perderás el foco en la comunicación y caerás en un despiadado autojuicio.
Cuida tu cuerpo, muévelo, aliméntalo con amor.
Háblate a ti mism@ con amabilidad y respeto.
Te ayudará a limpiar tu mente y a abrir tu corazón.
Amor que das, amor que vuelve.
Kloe